Hoy comienza tu jornada y te diriges al aeropuerto, haces tu check in en los mostradores, facturas tus maletas, pasas el control de aduanas y también el control de acceso al avión… y por fin te puedes acomodar en tu asiento para esperar el inicio de tu viaje.
Como es de madrugada, las luces del avión se atenúan para iniciar la maniobra de despegue. Esta es solo una de las curiosidades de las que te has hecho eco cada vez que te subes a una aeronave. Desde Viveviajavuela queremos sacarte de dudas a algunas de las cuestiones que rondan por nuestra cabeza cada vez que iniciamos un viaje.
Los dispositivos electrónicos no pueden ser utilizados mientras se encuentre encendida la señal luminosa. A lo largo del trayecto, generalmente por encima de los 10.000 pies, no hay problema en que puedan usarse siempre y cuando se encuentren conectados en modo vuelo.
Los rayos no pueden considerarse peligrosos para los aviones, incluso aunque caiga directamente en el propio avión no llegará a penetrar dentro del mismo, ni afectará a los motores, ni a los tanques de combustible. Simplemente, las antenas de las alas o la cola del avión actuará de para rayos expulsando las descargas eléctricas sin causar daños.
En los vuelos de largo recorrido es casi imposible que no nos topemos con alguna, aunque se tomen todo tipo de medidas para mantenerse alejados de ellas. Las turbulencias se pueden clasificar en cuatro tipos:
Pero no te preocupes porque los pilotos pueden volar de forma segura a través de una turbulencia y las alas de los aviones están preparadas para ello, por lo que no se romperán.
En todo vuelo se tratan de evitar, obligando a los pilotos a dar grandes rodeos que pueden causar retrasos, e incluso llegar a impedir el despegue y/o aterrizaje.
Entre los peligros de las tormentas se incluyen los vientos ascendentes y descendentes extremos que pueden dar lugar a turbulencias que pueden hacer muy complicado controlar el avión. En las maniobras de despegue y aterrizaje pueden dar lugar a cambios repentinos en la dirección y fuerza del viento, llegando a causar accidentes.
La lluvia, hielo o granizo en extremo pueden dañar los aviones, en concreto los parabrisas y aspas de las turbinas del motor, es por ello que los pilotos hacen todo lo posible por evitar entrar en tormentas extremas.
Esto solo ocurre cuando es de noche y tiene que ver con motivos de seguridad. En el caso de emergencia, los ojos necesitan estar adaptados a la oscuridad para que los pasajeros puedan ver de forma clara al salir rápidamente del avión.
Por no decir que es imposible, diremos que es poco probable, ya que las puertas no se pueden abrir una vez que el avión está en el aire. La presión del aire que hay dentro del avión es más fuerte que la presión de fuera, lo que hace imposible abrir la puerta. Por lo tanto, solo se podría abrir cuando el avión está en tierra, una vez que la cabina se haya despresurizado.
La tecnología ha avanzado tanto en los últimos años que un avión bimotor podría volar con un único motor.
Muchos aviones de dos motores vuelan a través de los Océanos Pacífico y Atlántico con la garantía del certificado ETOPS (Extended Twin Engine Operations), lo que significa que en caso de emergencia pueden volar hasta el aeropuerto más cercano con el margen suficiente.
Ocurre a causa del esfuerzo que debe hacer el tímpano del oído por la diferencia de presión del aire en el exterior y el interior de tu oído interno.
Para evitar esta sensación prueba a trangar, bostezar o mover la mandíbula de lado a lado. Si aún sigues con las molestias, prueba a taparte la nariz, cerrar la boca y soplar muy fuerte una cuantas veces hasta que oigas un sonido en el interior de tu oído.
Por lo general, si el embarazo está por dejado de las 28 semanas, la futura madre podrá volar siempre que firme un contrato en el que se exime a la aerolínea de cualquier responsabilidad.
Si el embarazo se encuentra entre la semana 28 y la 34, la futura madre necesitará de un certificado médico para poder volar, además de firmar el contrato necesario donde se absuelva a la aerolínea de cualquier responsabilidad.
En el momento que el que la embarazada pase de la semana 35 ya no podrá volar.
En estos casos, también es aconsejable que consultes con tu médico para conocer las indicaciones y posibles riesgos.
estas son solo alguna de las muchas preguntas que podemos hacernos y que iremos desvelando poco a poco. Por ahora no te pierdas todas las novedades que iremos publicando, porque te iremos informando de todas las curiosidades, los lugares más sorprendentes entre nuestros destinos, así como todas las ofertas y promociones que publiquemos.